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@ ComÚn

UN AÑO EN COMÚN

Por Javier Carlo

Foto de:Alberto Uc.

Hablar de suerte es algo relativo pues el tema involucra aspectos que provienen del contexto y la costumbre social, así como de las creencias y el ánimo del individuo. En lo personal, aunque prefiero hablar de conceptos tales como éxito, actitud o perseverancia, reconozco que existen golpes de suerte, en el entendido de que la suerte es la unión de la preparación con la oportunidad. Es ahí donde aparece la vida con su talante impredecible, al presentarnos las oportunidades el día menos pensado y darnos apenas un instante para aprovecharlas.

Así, este personaje que ahora escribe, el cual no pocas veces me recuerda a Marcello Mastroianni en La Dolce Vita (Fellini, 1960), empecinado –hasta cierto punto– en bien comunicarse y lograr sus propósitos; recibió la invitación de ocupar un espacio en Razón y Palabra. Era una tarde de ajetreadas asesorías con mis equipos de producción [audiovisual], cuando Octavio [Islas], mi mentor de tantos años, se asomó al cubículo donde recibía a los alumnos y me hizo la invitación de publicar cada 15 días.

Qué tan bien me sintiera preparado o no, estaba de más; uno de los trenes que había soñado se detuvo en mi andén y yo no iba a dejar que se fuera sin mí.

– Pásame el nombre de la columna y tus colaboraciones –. Le dije que sí –sí– y regresé al embrollo con mis alumnos. Esa tarde surgió @común.

Los primeros textos se quedaron detenidos hasta la primera semana de junio, cuando esta columna sobre comunicación y tecnología arrancó con el brief de una conferencia que recién había preparado para el Congreso Euro-Iberoamericano ‘Alfabetización Mediática y Culturas Digitales’, de Sevilla, España (mayo 2010). Así, de una línea tecnológico-educativa bastante marcada, @común pasó a otras relacionadas con tecnología y valores, tecnología y sociedad, medios de comunicación, comunicación y diseño, redes sociales, crítica social e historia; que en su momento permitieron desahogar algunos puntos de vista que no eran fáciles de expresar en los círculos donde suelo moverme.

En efecto, @común ha hecho que me enfrente a la crítica, a la disciplina y la transitoriedad de escribir –¡mira cuántos borradores no tengo en proceso!–, y retome parte de mis orígenes como comunicador al publicar crónicas y reflexiones que llegan a rayar en lo intimista. Y pese a ser una columna, la verdad (aquí entre nos) es que @común pocas veces se ciñe a un formato tradicional, al estar exenta de restricciones en cuanto a estilo, estructura y extensión. Salpicada de toques de McLuhan, Fellini, Mastroianni, Cortázar, Borges y por supuesto de Islas, me he propuesto que @común sea –con todo– un espacio muy a lo Carlo.

Así como reconozco la existencia de golpes de suerte, siempre he pensado que es un deber cósmico agradecerlos, no sólo a la vida sino también a aquellos personajes que los hacen posibles.

Es tiempo de agradecer a Octavio Islas, mi mentor y modelo, por la confianza que ha depositado en mí, en mis textos y mis ideas, las cuales sé que ha defendido ante más de 3. A Mauricio Huitrón, mi editor, por la libertad creativa, por procurar comprender mis procesos y llamarme la atención cuando es necesario (sobre todo en cuanto a tiempos). A todo el equipo de Razón y Palabra, porque su buen desempeño garantiza la publicación de la columna y su efectividad como canal.

Y por supuesto, a los lectores de @común –más de los que imaginé en un principio–, por seguir mis locuras: al apoyarlas en el sitio de la revista, así como en Facebook y Twitter; al hacer comentarios, apoyar las fotos y contestar las encuestas. Por generar réplica desde la academia y desde la cotidianeidad, en espacios evidentemente asimétricos.

Como sé que el ranking es uno de los recursos que más gusta de @común, no puedo concluir esta ocasión sin antes compartir un top 5 de aquellas situaciones que aunque no se ven en el sitio de Razón y Palabra (pero sí en Facebook), forman parte de los textos y han sido muy comentadas a nivel informal.

En primer término, la serie de fotos ‘maleta de viaje’ que ilustra la columna desde febrero, en particular, la de esta cabecera y otra donde aparezco sobre las vías del tren. Luego, el periódico al revés en las fotos del año pasado, que hace alusión a Bush; Mauricio se percató de inmediato, yo lo negué (me sentí pillado), pero mucha gente sigue comentando que se trata de un error de producción cuando no lo es. También el gusto por las encuestas y los temas de treintañeros, en publicaciones recientes. La polémica que generó el texto ‘Cambios en las relaciones universitarias’ (noviembre). Y como broche, la bandeja de mariscos de la que hablo en ‘Sensaciones de Palermo’ (enero), que desde que la vi y la fotografié supe que iba a causar revuelo.

Así de un junio a otro, de aquel cubículo de cristal a las pantallas de sus equipos, de mis días de escritura entre paréntesis a la sinapsis en redes sociales; ataviado con mi traje oscuro, mis lentes del sol y en alguna locación simbolista, sólo me resta decir: ¡gracias a tod@s por este año en común!

Javier Carlo

Contacto:
jcarlomena@gmail.com
Facebook: Javier Carlo
Twitter: javocarlo

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